El desarrollo del parque y zonas de estacionamiento en La Mayacina, la de momento paralizada obra del nuevo cuartel de la Guardia Civil y el desarrollo de aparcamientos en La Pista, el Sinaguas y en Oñón han reducido sensiblemente el número de solares sin uso en el casco urbano. A grandes rasgos, los últimos grandes descampados se concentran actualmente en la Sierra de Máximo y en la zona norte de Oñón. En ambos casos, el bloqueo de los planes residenciales públicos que estaba previsto ejecutar en los terrenos han dejado en carne viva las que pueden ser consideradas las últimas dos grandes cicatrices sin suturar de la zona centro de la ciudad.
La crónica congestión que sufrieron en Mieres los planes urbanos de Oñón y la Mayacina, junto con la expropiación forzosa de tres fincas urbanas sin uso (Goncesco), se trasladó sobre el terreno en un “archipiélago” de solares abandonados repartidos por todo el casco urbano. En el último año el grueso de estas superficies han sido finalmente ocupadas, pero aún quedan dos solares de gran tamaño sin visos de aprovechamiento.
La sociedad pública Sogepsa, propietaria de los terrenos del antiguo barrio de Oñón, y el Ayuntamiento de Mieres firmaron en 2017 un convenio para aprovechar los citados solares como aparcamiento. El proyecto fue ejecutado el año pasado en la parcela sur. En el aire quedó el plan residencial previsto inicialmente para Oñón, que preveía la construcción de más de 200 pisos. De esta forma, el amplio solar de la zona norte del ensanche urbano permanece sin uso. Se utiliza como aparcamiento en precario, aunque el gobierno local maneja diferentes proyectos para darle utilidad, sin que de momento haya tomado cuerpo ninguno. El PP propuso en su momento destinar el solar a uso deportivo, ya que el suelo se encuentra anexo al viejo pabellón municipal de deportes.
El otro solar de tamaño considerable que permanece sin uso se encuentra en la Sierra de Máximo. Una parte importante de la finca debería haberse destinado a edificación dentro del plan Vasco-Mayacina. Pero la actuación lleva una década parada. El paso de un colector por la parcela en la que la constructora OCA debería desarrollar la promoción de cuarenta viviendas, paralizó el proyecto. La tubería es el conducto general de Ujo que va a la depuradora. El futuro de estos pisos quedó pendiente de un acuerdo entre la constructora y Sepes, pero nunca llegó. A la espera de que el Ayuntamiento de Mieres encuentre uso para los citados solares, el mayor descampado del casco urbano se encuentra actualmente en obras. El desarrollo del nuevo parque de La Mayacina, el nuevo “pulmón verde” de Mieres, marcha con adelanto. La actuación, de seguir con el actual ritmo, podría estar culminada a finales de año. Ahora bien, como estaba previsto, la plantación de las aproximadamente 200 grandes plantas y árboles que incorporará la intervención se abordará al final de las obras. Esta circunstancia obligará a mantener la parcela cerrada hasta prácticamente la próxima primavera.
Las obras del parque ya permiten vislumbrar los viales de la futura zona verde. La actuación afecta a algo más de una hectárea de terreno situado en pleno centro de la ciudad y rodeada de calles con alto volumen de tráfico. El desarrollo de los planes municipales conllevaría conjuntar en un mismo espacio el parque y todos los equipamientos del Vasco. Esta zona está conformada por un amplio paseo peatonal que transcurre por el desaparecido trazado ferroviario, zonas de bancos, el huerto ecológico municipal, un área de juegos infantiles y jardines, entre otros espacios.