El Ayuntamiento de Mieres acaba de anunciar la entrada en vigor de la nueva ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales de compañía. El documento establece sanciones de no menos de 300 euros por no recoger los excrementos de perros en la vía pública, cuando hasta ahora la cuantía era de 30 euros. El efecto disuasorio de la medida choca con la aparentemente escasa vigilancia del Consistorio ante estas incívicas conductas. Durante todo el año pasado tan sólo se tramitaron dos denuncias por no recoger los excrementos caninos. En 2019 el recuento fue similar, con cuatro denuncias.


Seis denuncias en dos años. Ese es el balance del seguimiento municipal a la recogida de excrementos en la vía pública. Y eso que desde el movimiento vecinal y desde la oposición se vienen reclamando actuaciones para erradicar estos incumplimientos de la normativa municipal. De hecho, el PP pidió el mes más pasado una mayor presencia de la Policía Local para el control del “acuciante aumento de excrementos de perro”. En comisión de Seguridad, los populares calificaron de “deplorable” el estado en que se encuentran con frecuencia céntricas calles de la ciudad.

Al igual que sucede con el abandono de excrementos en la vía pública, también son frecuentes las quejas por la presencia de perros sueltos. Sin embargo, en este apartado el Ayuntamiento sí parece ser más diligente a la hora de detectar y sancionar a los infractores. La Policía Local tramitó el año pasado 61 denuncias por estos incumplimientos, con un notable incremento con respecto a 2019, ejercicio que se cerró con 18 multas. Las fuentes consultadas por este diario señalan que el contraste entre ambos tipos de denuncia responde a la mayor dificultad que entraña detectar, en el momento de producirse, el abandono de los excrementos.

La ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales de compañía que acaba de entrar en vigor actualiza una normativa que había quedado totalmente desfasada, ya que el reglamento que ahora acaba de expirar databa de 1994. Son muchas las novedades y adaptaciones, pero destaca sobre todo el endurecimiento de las sanciones. Las infracciones leves, como el abandono de heces en la calle, serán sancionadas con entre 300 y 750 euros. Las graves vendrán acompañadas de pagos de entre 751 y 1.500 euros. Finalmente, los incumplimientos graves conllevarán sanciones de hasta 3.000 euros.