El plan está definido por parte del Ayuntamiento de Mieres: quiere peatonalizar dos de las principales arterias del centro urbano, las calles aledañas a la plaza de abastos, Escuela de Capataces y Doce de Octubre. De hecho, estas vías ya se encuentran cortadas al tráfico a la espera de que haya un proyecto para re urbanizarlas. La idea es dar más espacio a los peatones y que haya un carril central para el paso extraordinario de vehículos (labores de carga y descarga y para los aparcamientos). Habrá más mobiliario urbano para los vecinos -como bancos- y nuevo arbolado. Pero esta iniciativa genera discrepancias en un sector, el comercial, que se muestra dividido sobre las ventajas o perjuicios que puede generar este cambio tan sustancial.

Quienes están a favor, que son muchos, aseguran que se creará una zona de paso que puede dar lugar a un incremento de clientela. Son tiendas de ropa y zapaterías y, sobre todo, establecimientos hosteleros que ya han visto crecer sus terrazas en la actual época de la covid.

Pero no siempre llueve al gusto de todos. Hay comercios que se muestran totalmente en contra y critican que esta medida les ha venido impuesta por parte del Ayuntamiento. «Nos vinieron a consultar, pero ya decían que la decisión estaba tomada. Entonces, ¿de qué sirve que nos vengan a preguntar?», señala Javier Madrigal, que tiene un establecimiento de ropa y de material de cama, como colchones y somieres. «El cierre al tráfico de estas calles ya nos ha generado una merma en las ventas, nadie acude a comprar un colchón porque no puede cargarlo en su coche». Los comerciantes que están en contra del proyecto ya han mantenido una reunión para abordar este asunto.

José Luis Campos, con una zapatería en la calles Escuela de Capataces desde hace veintiséis años, tiene, en cambio, una postura diferente. «Bienvenido sea el cambio. En Mieres no hay distancias y se han creado aparcamientos disuasorios muy cerca del centro, como el de Oñón, a dos minutos caminando», argumenta.

Son las mismas razones que ofrece Blanca López de Llar, de una tienda de productos asturianos. «Todavía pasan muchos coches». María del Carmen Monllor, al frente de la cafetería Jaspe, comparte la necesidad de modificar estas calles: «Se encuentran en muy mal estado», sostiene. La semana pasada el alcalde, Aníbal Vázquez, anunciaba «una transformación urbana» en el centro de la población. Apuntaba que ya se está trabajando en la elaboración de un proyecto con el que se puedan lograr fondos europeos. El regidor promete hacer «todo el trabajo» necesario para «dibujar la nueva ciudad». Daría comienzo con la peatonalización de las calles indicadas, pero el proyecto abordaría más actuaciones.