La patronal asturiana de la hostelería y el turismo, Otea, ha decidido seguir el ejemplo de los hosteleros vascos y llevará al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) los decretos del Principado del 18 de enero y 1 de febrero, que limitan severamente la actividad del sector en los concejos con mayor incidencia del coronavirus, los que están en el nivel 4+, equivalente a «riesgo extremo».

Otea se apoya en el auto emitido ayer por el Tribunal Superior del País Vasco que suspende cautelarmente los cierres ordenados por el Gobierno de Íñigo Urkullu para los establecimientos hosteleros en los municipios que presentan una incidencia acumulada de 14 días superior a los 500 casos por 100.000 habitantes.

Los magistrados consideran que la escalada de la pandemia tras la Navidad no guarda relación directa con la actividad hostelera, y que ésta no supone un «riesgo cierto y grave para la salud pública» siempre y cuando se mantengan las normas de prevención higiénica. No obstante, los locales del País Vasco deberán mantener las restricciones anteriores al decreto recurrido, como la limitación del 50% del aforo en el interior y la distancia de al menos un metro y medio entre las personas sentadas en sus mesas (no se puede consumir en barra o de pie), y sin permitir los grupos de más de cuatro personas.