Hasta el pasado 2020, el Montepío de la Minería Asturiana venía trazando desde hacía un lustro un plan económico y de negocio que había logrado que todos sus establecimientos dieran beneficios, incluso la residencia geriátrica de Felechosa, que había llegado a perder un millón de euros en su primer año de vida. La entidad había logrado una estabilidad económica, pese a dificultades como el caso Villa, que incluso le permitieron abordar inversiones en sus equipamientos. Sin embargo, la llegada de la pandemia ha hecho que el pasado ejercicio las cuentas se vinieran abajo, dejando en el aire el futuro de elementos tan importantes como el Balneario de Ledesma, e incluso la supervivencia del propia mutualidad. El Montepío perdió durante el 2020 casi 1,5 millones de euros, de los que 1,15 millones (el 77%) corresponden precisamente a las instalaciones salmantinas, fuertemente afectadas por los cierres derivados del covid.

Una de las muestras más evidentes a nivel económico sufrido por el Montepío en el 2020 es la caída de más de la mitad de su cifra de volumen de negocio. Si en 2019 la cantidad llegaba casi a los 13 millones de euros, el pasado 2020, se perdieron casi 7 millones, quedándose en apenas 6 millones el volumen de negocio total. Cierto es que el mayor impacto viene d las pérdidas en el Balneario de Ledesma, donde los ingresos cayeron en 5,32 millones de euros. El turismo termal prácticamente desapareció el pasado ejercicio.

Los resultados totales de la mutualidad fueron de unas pérdidas de 1,47 millones de euros entre las cinco empresas que componen el grupo y la fundación Obra Social. Precisamente esta última, con un remanente de 4.700 euros, y la residencia geriátrica de Felechosa, con unas ganancias de 165.600 euros antes de impuestos, y un balance final, una vez transferidos los alquileres a la matriz, de 36.000 euros en positivo, fueron las dos únicas alegrías de la entidad dirigida por Juan José González Pulgar.

Los tres complejos que la mutualidad destina al ocio familiar y a los programas de termalismo sufrieron, como todo el sector turístico, el impacto del covid en sus propias carnes. Los residenciales de Roquetas de Mar, en Almería, y Los Alcázares, en Murcia, perdían 37.000 y 163.000 euros respectivamente. El propio Pulgar explica la diferencia de los resultados de ambos complejos en que si bien el de Roquetas de Mar es un edificio de apartamentos, donde los gastos son más controlables, el establecimiento murciano es mucho más extenso, siendo una urbanización cuyos costes de mantenimiento se disparan y son más elevados que los de Roquetas.

El Balneario de Ledesma es caso aparte. Sumó en 2020 unas pérdidas por valor de 1,16 millones de euros. Durante todo el año apenas pudo abrir unas semanas, lo que conllevó, unido a las restricciones en el turismo y la movilidad, que el equipamiento pasara de unos ingresos de 5,86 millones de euros en 2019, a solamente 534.000 euros el pasado año. Como ejemplo, desde la mutualidad explican solo los costes de personal supusieron un desembolso total de 884.000 euros.

Todas estas cifras de las empresas del grupo Montepío de la Minería han conllevado un efecto arrastre hacia la propia mutualidad. Y es que la empresa matriz, el Montepío, recibe un 70% de los beneficios del resto de empresas en concepto de arrendamientos. Y esa cifra se redujo el pasado ejercicio contable en 659.000 euros. De ahí, que el balance final del Montepío como mutualidad –sin contar el resto de empresas, solo la matriz– tuviera pérdidas por primera vez desde el año 2014. En concreto, cerró 2020 con 106.000 euros menos.

Y pese a todo, las pérdidas del pasado año fueron menores de las previstas. En un primer análisis, al inicio de la pandemia, la mutualidad preveía dejarse 2,5 millones. Tras poner en marcha un plan de recorte de gastos, activar los ERES en sus plantillas y abordar un proyecto de emergencia para minimizar esas cifras, la revisión de la previsión dejaba una caída de unos 2 millones de euros. Finalmente, se quedó en 1,5 millones.

Actualmente, la deuda bancaria del Montepío de la Minería asturiana a 13,63 millones de euros. En los últimos años, esos créditos con los bancos se habían reducido bastante, hasta los 12 millones, lo que permitió al Montepío abordar nuevas inversiones en los dos últimos ejercicios por valor de más de 1,5 millones, lo que elevó de nuevo la deuda bancaria. Actualmente, la mutualidad paga 325.000 euros de intereses. Son 165.000 euros menos que en ejercicios anteriores, debido a la negociación con las entidades bancarias, que permitió pasar de un interés variable que superaba el 4% a uno fijo al 2,5%. Una reducción del interés hipotecario que seguirá teniendo durante los próximos años.