El PP defendió ayer en Lena la inexistencia de criterios objetivos para la protección del lobo ibérico. Los populares eligieron esta localidad por su “simbolismo”, que el actual secretario de Estado de Medio Ambiente, el socialista Hugo Morán, que es precursor de elevar la protección de este animal, fue Alcalde de Lena en el pasado. Las regiones del Noroeste (Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León) también mostraron su rechazo a esta medida.

El diputado responsable de Agroganadería en el PP, Javier Brea, aseguró que “no existen criterios científico-técnicos objetivos que recomienden la inclusión del lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre)”, un argumento que trasladará el partido en sus alegaciones al proyecto de orden ministerial. Brea estuvo acompañado ayer por la también diputada regional, Gloria García; y el coordinador general del PP de Lena, Francisco Javier Sánchez Alconada, así como por otros miembros de la Junta local.

Brea hizo alusión a la postura de Hugo Morán, asegurando que “resulta inexplicable que alguien que ha tenido responsabilidades políticas en Asturias impulse esta medida”. Así, considera que el secretario de Estado de Medio Ambiente “ha traicionado a los ganaderos lenenses de los que un día fue alcalde y a todos sus paisanos asturianos”. El diputado explicó que “el mismo comité científico que pide incluir todas las poblaciones de lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial destaca que los lobos están ganando presencia de norte a sur”. Y apuntó a un problema normativo al conllevar esta medida un conflicto con las autonomías y con sus competencias en materia de gestión de la fauna salvaje.

Brea insistió también en el perjuicio que supondría esta protección en la ganadería extensiva “afectada ya gravemente por los ataques del lobo” y que “está forzando a muchos ganaderos a abandonar el medio rural”. “Es que ni siquiera se trata de dinero, que te maten a un animal también es duro psicológicamente”, añadió el diputado.

Aludió, además a las consecuencias en el sector porque “se nos llena la boca alabando a nuestros ganaderos como garantes de nuestro paraíso y paisaje, pero con este tipo de medidas, estamos consiguiendo que cada vez haya menos gente en el medio rural”. En este sentido, el popular apostó por “buscar el equilibrio entre la existencia del lobo y el mantenimiento de la actividad ganadera para frenar la despoblación en las alas y la zona rural asturiana y seguir permitiendo actividad económica”. Para ello, reclamó la realización de un censo de la población del lobo en Asturias y de su distribución, para conocer la carga ganadera, es decir cuántos animales puede asumir un territorio para hacer sostenible la presión con la actividad ganadera.

El lobo mató el año pasado a más de 10.000 reses en las cuatro comunidades autónomas del Noroeste. La cifra surge de la suma de las cantidades que han aportado los ejecutivos de Galicia, Cantabria y Castilla y León, más una estimación de lo ocurrido en Asturias, ya que el Gobierno del Principado solo reveló los datos de 2019, y con la advertencia de que eran “provisionales”. Los ataques registrados el año pasado han obligado a los gobiernos autonómicos a desembolsar tres millones de euros en concepto de pago de daños.