“Es injusto. Me caí porque había una barandilla rota en plena calle y parece que tengo yo la culpa”. Esa es la sensación que expresa Pedro Gutiérrez, un vecino del barrio langreano de La Joécara, después de que la jueza haya desestimado la demanda presentada por Gutiérrez. Ese fallo rechaza el recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo de la junta de gobierno local del Ayuntamiento de Langreo del 5 de agosto de 2020, en el que se desestimaba una reclamación de responsabilidad patrimonial formulada dos años antes. El langreano pedía 9.510 euros como compensación.
Los hechos de remontan al 15 de marzo, cuando unos viandantes solicitaron a Gutiérrez unas indicaciones. Al girarse, según relata, se tropezó con una barandilla y cayó debido a sus estado de deterioro, ya que solo había una barra en la parte baja (la otra había desaparecido) rota, suelta y sin soporte de sujeción. Tal y como argumentó también en su reclamación “si la barandilla estuviese sujeta y completa no se habría producido el accidente”.
El Ayuntamiento desestimó su petición y el caso llegó a los tribunales El fallo del juzgado de lo Contencioso-administrativo numero 2 de Oviedo esgrime que “puede afirmarse que la simple existencia de pequeñas irregularidades, desniveles, defectos, agujeros o huecos en el pavimento que resultan perfectamente visibles no originan el deber de indemnizar”. Es este caso concreto, el mal estado de la barandilla “tan evidente y visible para cualquier viandante” era tal que “tan solo el simple despiste del demandante puede explicar el hecho de que se tropezara con la barandilla”.