La nueva ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales de compañía ha comenzado en Mieres a dar sustos a los propietarios que no cumplen las normas. La Policía Local ha comenzado a sancionar aplicando la nueva normativa, que multiplica por diez el importe de las sanciones leves, como llevar suelto al perro o no recoger los excretos. De momento, los agentes municipales únicamente están multando en caso de claro desprecio de la regulación o a los reincidentes. No obstante, se detecta que los infractores aún no se han concienciado del alcance y severidad de la nueva ordenanza.

La nueva ordenanza, que acaba de entrar en vigor tras una larga tramitación administrativa, ofrece una mayor protección a los animales, con sanciones de hasta 3.000 euros por maltrato o abandono de los mismos. Ahora bien, y sin llegar lógicamente a acercarse a las citadas cuantías, el descuido de las normas cívicas también ha sido agravado. Y es que las infracciones leves han pasado de estar contenidas entre los 6 y los 30 euros a oscilar entre los 300 y 750 euros. Entre ellas está no diluir los orines de las mascotas, algo que hasta este momento no era obligatorio. Los propietarios de canes pasan a estar obligados a portar botellas con una mezcla de agua y vinagre que será empleada para limpiar los espacios públicos tras los orines de los animales.

La Policía Local es la encargada de hacer cumplir la normativa y sancionar a los infractores. De momento, los agentes están dando prioridad a la labor de advertencia y concienciación. A nivel municipal se percibe, no obstante, que la mayoría de los ciudadanos, sobre todo aquellos que se relajan en el cumplimiento de las normativas, aún no han asumido el endurecimiento de los recargos. Además, hay una nueva norma que la mayoría de los propietarios de perros parecen desconocer. La ordenanza que acaba de estrenarse prohíbe la presencia de canes en parques y zonas de recreo que cuenten con espacios de juegos infantiles. Esta adecuación a la normativa europea impide poder pasear a los animales, aún con correa, por la práctica totalidad de parques del concejo, incluidos todos los del centro de la ciudad. Incumplir este mandato conlleva directamente una sanción de 300 euros. En caso de reincidencia y en el caso de que pudiera haber algún tipo de agravante, como pudiera ser causa algún tipo de lesión a un niño o adulto, el alcance de la multa podría elevarse a los 750 euros al margen de las responsabilidades judiciales que se pudieran desprender de la acción.

Los responsables municipales recuerdan que en el entorno del casco urbano de Mieres existente dos amplias zonas de esparcimiento para perros. Una se encuentra entre el campus de Barredo y el barrio de La Villa y la segunda está habilitada al inicio del paseo fluvial, en dirección a Ablaña. La nueva ordenanza ha tenido una larga gestación. Superados meses de trabajo, el documento pasó el filtro del Pleno y un posterior proceso de alegaciones. Tras años de constantes quejas por la falta de control sobre los propietarios de mascotas que desoyen las normativas municipales, el Ayuntamiento ha decidido finalmente tomar medidas.

El objetivo de las multas es de carácter disuasorio.