Las principales poblaciones de la zona norte de Mieres tienen previsto reunirse este viernes para articular un frente común en rechazo a los planes de Hunosa de quemar residuos (Combustible Sólido Recuperado, CSR) en la térmica de La Pereda a partir del año que viene. “No lo vamos a permitir bajo ningún concepto. Es una línea roja innegociable”, explicaron ayer los portavoces de la sociedad civil.

La Pereda, Loredo, La Rebollada, Cardeo, Barrio Pachón, Valmurián, Pumardongo, El Corión y Ablaña ya han confirmado su presencia en la reunión del viernes. Las asociaciones tienen además la próxima semana un encuentro con Hunosa. No tiene queja del trato de la empresa, pero son tajantes al rechazar la posibilidad de que en la central se puedan quemar residuos más o menos tratados previamente: “Aceptamos la biomasa y nada más”, señalan. La térmica de La Pereda, propiedad de Hunosa, se convertirá en una planta de biomasa en un periodo de meses. En el segundo semestre de 2022 estará en disposición de quemar residuos madereros propios y ajenos, tras una rápida transformación desde la combustión carbón y estériles de mina a residuos ecológicamente más aceptables. El problema es que el proyecto recoge la posibilidad de quemas hasta un 25 por ciento de CSR, es decir, unas 85.000 toneladas al año. La iniciativa viene acompaña de una previsión de generación de empleo que se cifra alrededor de los 180 dentro del sector de la gestión forestal.

Los vecinos subrayan que en ningún caso rechazan el plan de transformación de la térmica. Lo que no aceptan es la quema de residuos. Las asociaciones ya están trabajando en la presentación de alegaciones al proyecto.