Al uso continuado de la mascarilla en espacios exteriores puede quedarle poco tiempo de vigencia, salvo que la pandemia de covid-19 repuntara por cualquier causa. Los expertos asturianos coinciden de forma unánime en que, dadas las actuales coordenadas epidemiológicas y el avance de la vacunación, ya resulta posible dar el paso hacia un relajamiento en los criterios de uso de la prenda de protección. Eso sí, establecen tres salvedades: que esa medida se limite –por el momento– a los espacios al aire libre; que vaya acompañada del respeto a la distancia social; y que quien la aplique evite verse inmerso en aglomeraciones. De otro lado, la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, puso ayer en duda que los alumnos puedan estar sin mascarilla en el patio de los colegios a partir de septiembre, posibilidad que apuntó recientemente la Comunidad de Madrid. “Las mascarillas han sido esenciales para mantener la salud en las aulas y cuesta pensar que vayamos a prescindir de ella”, indicó Celaá en una entrevista en RNE recogida por Europa Press. La Ministra subrayó la importancia de las restricciones vigentes para “haber podido tener todos los centros abiertos durante todo el curso, con apenas un 0,3 por ciento de aulas cuarentenadas”. No obstante, precisó que se trata de un “protocolo dinámico que avanza en función de cómo avanza la pandemia”.