Asturias se encuentra en este momento en una situación que fluctúa «entre el nivel de riesgo 1 y 2». «Estamos en una situación de meseta que tendremos todo el verano. Actualmente tenemos una situación semanal de unos 50 casos diarios», así lo explicó esta mañana el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, en rueda de prensa haciendo hincapié en que en Asturias se mantiene un «muy buen ritmo de vacunación». A ello, ha unido que los brotes, asociados a personas no vacunadas, no ha incrementado de forma muy notable la incidencia en el conjunto de la comunidad, que a dos semanas se sitúa en 71,4 casos por cada 100.000 habitantes, según datos de ayer del Ministerio de Sanidad.

Pero la situación no está exenta de riesgos. La mayor interacción en los meses de verano hace que aún haya que ser prudente. El director general de Salud Pública afirmó que el horizonte es «optimista» dado que se vislumbra la «recta final» de una pandemia ante la que «no se puede perder la concentración». Aún así, los indicadores que registra Asturias han permitido al Gobierno regional relajar un poco las medidas restrictivas. Unos cambios que, tal y como recalcó Cofiño, «están coordinados con las normas dictadas a nivel nacional por el Ministerio».

Las novedades avanzadas hoy por el jefe de Alertas y Emergencias Sanitarias, Miguel Ángel Prieto, pasan, principalmente, por la apertura del ocio nocturno hasta las tres de la madrugada y la organización de eventos con 5.000 personas en espacios exteriores y 2.500 en lugares cerrados. Finalmente, las barras de los bares no abrirán hasta que el Principado no registre una media semanal de 30 casos, lo que nos situaría en el nivel de «nueva normalidad». Estas medidas entrarán en vigor esta noche a las 00.00 horas.

Fiestas de prao (con limitaciones)

Las fiestas de prao volverán este verano a Asturias, aunque serán en espacios perimetrados y con controles de acceso. Serán siempre ajustándose a las medidas sanitarias y con espacios sectorizados por cada 1.000 asistentes. Habrá así flujos de entrada y salida y servicios independientes que permitan controlar los accesos y la distancia interpersonal.

El organizador de estos eventos tendrá que realizar una evolución del riesgo supervisada por las entidades locales y Salud Pública tendrá la capacidad de solicitar esa evaluación.

Por otro lado, en las playas se contemplan las medidas sanitarias generales sin establecer aforos, mientras que las bodas o bautizos mantienen las mismas restricciones que hasta ahora.

Miguel Ángel Priet ha resaltado la preferencia por las actividades al aire libre y la necesidad de mantener las medidas de protección como la mascarilla o la distancia de seguridad, además de la recomendación de medidores de CO2 en los establecimientos.

 

Fuente: LNE