La red de geotermia en Langreo Centro ya empieza a emitir calor tras quince meses de obras. Hunosa ya ha rematado la obra civil y poco a poco espera que el servicio se vaya extendiendo por la ciudad. De hecho, la puesta en marcha de la red ya está activada de forma inicial. Entre los últimos trabajos realizados en Langreo para dar paso a la geotermia está la adecuación del terreno y la colocación de una nueva pasarela en el entorno del pozo Fondón (donde se encuentran los equipos de la red). El objetivo de Hunosa es que el sistema pueda quedar totalmente implantado a lo largo de este invierno. La actuación ha supuesto una inversión de más de 2 millones de euros, de los que 1,13 se sufragaron con ayudas europeas y del Principado.
Según la cobertura se vaya extendiendo, se suministrará calor con agua de mina al polideportivo Juan Carlos Beiro, las viviendas de Vipasa en Langreo Centro, el Langrehotel y la residencia de mayores anexa, así como al centro de salud de La Felguera, por poner algunos ejemplos. Las obras de instalación de la red de geotermia del pozo Fondón se han prolongado algo más de lo previsto, ya que inicialmente contaban con un plazo de ejecución de diez meses. El proyecto incluyó la rehabilitación de las construcciones en las que se ubican los equipos necesarios para el funcionamiento del sistema geotérmico. También se abordó el derribo de dos construcciones en estado de ruina situadas a ambos lados de los edificios acondicionados.
Todo apunta a que la geotermia, energía generada con el agua de mina, va a ser clave en un futuro sin emisiones de carbono. Hunosa ha apostado fuerte por este campo. El desarrollo de la geotermia ha logrado convertir un problema, como era el de la gestión del agua de los pozos cerrados, en una posibilidad de desarrollo de negocio que induce actividad local con un compromiso de carácter ambiental y con el territorio, al dar esta segunda vida a las minas de carbón cerradas. El uso de esta energía permitirá en Langreo reducir las emisiones (se evitarán más de 400 toneladas de dióxido de carbono al año) y rebajar el coste a sus usuarios, ya que supone un ahorro del 10 por ciento en comparación con los combustibles convencionales. Se trata del segundo proyecto de geotermia de agua de mina que impulsa Hunosa. En Mieres, el pozo Barredo da servicio a varios edificios públicos y privados.
En concreto, en Mieres, donde la red también está en fase de expansión hacia el centro de la ciudad, el agua de mina del pozo Barredo se utiliza desde hace años como fuente de calor para el hospital Álvarez-Buylla, así como para los diferentes edificios del campus universitario y en la sede de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN).
Para el proyecto del Fondón se han utilizado tres naves del embarque del pozo para albergar en ellas la central de generación geotérmica, con una potencia de 1,5 MW. En una de las naves laterales se ubica el bombeo del agua de mina y el sistema de aprovechamiento de su calor (el agua de mina se extrae a una temperatura constante de unos 23 grados), a través de un intercambiador de carcasa y tubos. La red de calor cuenta con 4.300 metros de red de tubería. Hunosa participa en el proyecto europeo “Reward-Heat”, para aprovechar el calor residual y depender menos del bombeo de agua de mina. Paralelamente, también se está desarrollando un nuevo proyecto de “district heating” en el pozo Fondón, cuyo objetivo es la hibridación con biomasa para extender la red a más edificios y mejorar el rendimiento de la geotermia en Langreo.