venta de la nave que tenía en el polígono lenense de Villallana y que centraría su actividad en las instalaciones de Sovilla en Mieres. Una venta que, como apuntan desde el SOMA-FITAG-UGT, no se trasladó a la plantilla por los cauces establecidos en el Estatuto de los Trabajadores, a pesar de la “trascendencia” que podría tener este acuerdo. Y es que, como explican desde el sindicato, “la venta de activos de la empresa puede situarla en una situación de insolvencia, defraudando las legítimas expectativas de los acreedores, entre ellos los trabajadores, lo que podría dar lugar, en su caso, a la adopción de medidas legales que amparen su derecho”.

Tras tener conocimiento de la venta, han sido varios los intentos de obtener información al respecto. En todos los casos, según el SOMA, la empresa mostró “su reiterada negativa”. La ultima vez tuvo lugar en la reunión que mantuvieron el pasado 20 de diciembre. Por ello, y al amparo de lo dispuesto en el Estatuto de Trabajadores, la representación sindical ha recurrido al burofax. Así, han solicitado formalmente información relativa a la venta de activos, “especificando el destino de la maquinaria que está en el interior de la nave, una posible fusión empresarial, el cierre del centro de trabajo, los trabajadores afectados por esta venta y las consecuencias que les pudiera derivar”.