La comunidad minera asturiana se encuentra sumida en un profundo luto tras el trágico accidente en la mina de Degaña, que cobró la vida de cinco trabajadores. En un emotivo acto celebrado frente al Monumento al Minero de Mieres, cientos de personas se congregaron para expresar su solidaridad con las familias de las víctimas y exigir una investigación exhaustiva que esclarezca las causas del siniestro y depure responsabilidades.

El lugar elegido para la concentración tiene un fuerte simbolismo, ya que evoca la memoria de los 14 mineros fallecidos en la explosión del pozo Nicolasa en 1995. Los sindicatos mineros, SOMA y CC OO de Industria de Asturias, han alzado su voz para demandar una investigación rigurosa y transparente, que evite la insatisfacción generada por la investigación del accidente de Nicolasa.

José Luis Alperi, secretario general de SOMA, expresó su consternación ante una tragedia «inexplicable en pleno siglo XXI», y solicitó la convocatoria de la Comisión Regional de Seguridad Minera para analizar las posibles causas del accidente con rigor técnico. Nacho Requena, secretario de CC OO de Industria de Asturias, manifestó su «rabia, indignación y furia» ante la repetición de este tipo de sucesos, y denunció la existencia de «responsables con nombres y apellidos».

El alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, organizador del acto, transmitió el cariño de las Cuencas a las poblaciones de Villablino y Degaña, y reclamó un esfuerzo para reforzar la seguridad en los puestos de trabajo.