Un pabellón de hockey sin vestuarios y con goteras, un campo de fútbol con una visera que no evita que la lluvia entre en la grada o una pista de atletismo que no cumple las medidas reglamentarias. Esas son algunas de las sustanciales deficiencias que han afectado al complejo deportivo del Batán tras la inversión de 5,3 millones de euros realizada en 2008. Pese al millonario gasto, los complejos que integran este equipamiento municipal no han dejado de demandar actuaciones a lo largo de la última década, algunas de difícil comprensión partiendo de la dimensión del proyecto abordado en su momento.

El Ayuntamiento de Mieres acaba de gastar 245.559 euros en la colocación de césped artificial en el campo de fútbol Eliseo Gutiérrez –anteriormente denominado Mundial 82–, actuación que ha incluido un adecuado cierre perimetral y un sistema de riego eficiente. Parece razonable que esta inversión haya sido necesaria, pero en los últimos años se han abordado otras en el anexo estadio Hermanos Antuña que cuesta más entender cómo no se acometieron con los 5,3 millones invertidos en 2008.

El equipamiento municipal que acoge al Caudal Deportivo fue sometido el año pasado a otra mejora, la remodelación de todas las dependencias que se encuentran bajo la grada de preferencia, la situada en la zona oeste del estadio y más próxima a la autovía. La actuación contó con un desembolso de 249.973 euros. El Club Atletismo Mieres, que comparte el equipamiento con el Caudal, había solicitado en 2008 una actuación similar para ampliar sus dependencias. “Nos dijeron que podía ser peligroso tocar esta parte del estadio, ya que podría haber incluso uralita”, explican quienes participaron en el proceso. Una década después se abordó la obra sin impedimentos. Previamente, ya se había abordado otra ampliación en el estadio que tampoco se contempló en la reforma de 2008: la construcción de oficinas.

Mención aparte merece la visera construida en la reforma del campo situada sobre la grada de general. La enorme estructura combada construida sobre la tribuna apenas cumple con su función: “Cuando llueve entra el agua por todos los sitios, tanto por detrás, como por los laterales, como por arriba”, explican socios del Caudal Deportivo. El diseño generó críticas desde el primer día por su “ineficacia”.

La actuación abordada a finales de la pasada década generó en su momento una enorme controversia debido al decepcionante balance de la inversión. IU, entonces en la oposición y ahora en el gobierno de Mieres, fue el partido político que más criticó la actuación al entender que no cubría las expectativas. El principal gasto se centró en la construcción del nuevo pabellón de hockey Visiola Rollán. El resultado fue decepcionante. El primer problema fue la falta de vestuarios. El Club Patín Mieres ha estado competiendo repetidamente en categorías nacionales de este deporte: “Los vestuarios eran ridículos, como para un equipo de fútbol sala. Quien los diseñó estaba claro que desconocía la cantidad de material que mueve un equipo de hockey”, señalan responsables de la entidad. El resultado fue que durante bastante tiempo el equipo tuvo que utilizar casetas de obra como zona de vestuario, hasta que se construyó un anexo al pabellón, con el consiguiente sobrecoste. No fue la única anomalía. Las dos pistas proyectadas quedaron reducidas a una y la superficie de juego ha venido generando problemas debido a sus carencias. El Ayuntamiento se comprometió hace ya tiempo a su sustitución. La instalación también sufrió goteras.

Volviendo al estadio Hermanos Antuña, la reforma de 2008 incluyó la sustitución de la vieja pista de atletismo. En este caso, la actuación, más que insuficiente, acabó siendo un desastre. Tras las obras, la pista no fue homologada. El ancho de las calles varia a lo largo del recorrido y el carril de rodadura que se habilita en la zona exterior se colocó en la parte interior. De esta forma, la cuerda de 400 metros excede por mucho esa distancia. Además, se eliminaron el foso de 3.000 metros obstáculos, la zona de salto de altura y también la de longitud, ésta última repuesta recientemente. “El problema es que ahora no podemos ni organizar unos juegos escolares. Nuestros niños tienen no pueden correr en Mieres”.