A pesar de las demandas de hosteleros y empresarios del sector turístico, la campaña de esquí en las estaciones asturianas de Fuentes de Invierno y Valgrande-Pajares acabará el próximo domingo. Así lo confirmaron fuentes de la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo, quienes señalaron que “no está previsto ampliar la temporada”. De este modo, la propuesta de los empresarios, que pretendían contar con que los complejos invernales estuviesen abiertos “una o dos semanas más” ha caído en saco roto, y a pesar de que incluso contaron con el apoyo de la patronal Otea, que se dirigió al Principado con la misma pretensión.

Ya lo había dejado caer, meses atrás, la propia consejera, Berta Piñán, señalando que “hay unas fechas en las que se abren y se cierran las estaciones. Y se mantienen por objetivos complejos, como producto de una planificación administrativa importante o de contrataciones de personal”. Aún así, la titular de Cultura reconocía que era “un año excepcional” por el impacto de la crisis sanitaria, y aunque afirmaba que en ese momento no era probable una ampliación de la temporada, dejó abierta la puerta al asegurar que podrían planteárselo en el futuro a corto plazo. Pues bien, parece que la decisión ha sido mantener las fechas de la campaña, tal y como se fijaron el pasado mes de diciembre. Además, y para avalar este tipo de decisiones, la Consejera había señalado que en la gestión de las instalaciones invernales “hay todo un ecosistema y es complejo alargarlo más allá de lo previsto”.

Por su parte, el presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, dirigió una carta a la consejera donde también le instaba a la ampliación de la temporada de esquí durante al menos dos semanas “para permitir compensar la irregular temporada afectada intensamente por el coronavirus, tanto en aforo como en visitantes”. A juicio de la patronal, “prolongar la temporada de esquí en Asturias mientras haya condiciones, debería hacerse de oficio por el Gobierno del Principado, y desde la consejería deben considerar que la actividad de ambas infraestructuras se ha visto afectada muy considerablemente por los cierres perimetrales a los que estuvieron sometidos ambos concejos, que pudieron ser usados únicamente por los residentes, y solo por los asturianos el resto, al permanecer la región cerrada a la entrada de aficionados de fuera”.

Para el presidente de Otea “tiene difícil explicación contar con estas infraestructuras y no sacarles el máximo provecho posible en cada temporada, especialmente en esta, donde ya se han producido pérdidas importantes”. Acaba Álvarez Almeida confiando en que “el Principado de Asturias sabrá adoptar la decisión más oportuna y evidente ante una petición tan lógica y dilatará la temporada de esquí, otra medida no sería entendible, no solo por los empresarios turísticos, sino por la sociedad asturiana en su conjunto”.

La crisis sanitaria del coronavirus impactó de lleno en la gestión de las estaciones de esquí durante esta temporada, cuya apertura fue retrasada hasta que el Principado consideró que se daban las condiciones de seguridad. Esta situación no se dio hasta el pasado día 4 de enero, cuando Valgrande-Pajares consiguió abrir sus puertas, eso sí, con una limitación de aforo que se incluyó entre las restricciones de las estaciones por la crisis sanitaria del coronavirus.

Fuentes de Invierno tuvo que esperar un poco más. El alud mortal que cayó en el puerto de San Isidro, que acabó con la vida de dos operarios del Principado, obligó a mantener cortada la carretera durante un buen número de días y el complejo no consiguió abrir hasta principios de febrero. Sin embargo, las estaciones, como había apuntado el presidente de Otea contaron con otras limitaciones, como los cierres perimetrales, que impidieron en gran medida el disfrute de los complejos por la mayoría de los asturianos.