“Damos los pasos lo más rápido que podemos. Este es otro más”, aseguró ayer el primer teniente de alcalde de Langreo, Javier Castro, después de que la Consejería de Cultura enviase a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico el estudio elaborado sobre la viabilidad de recuperar las piscinas de Pénjamo. El organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico “resolverá” y marcará “lo que se puede hacer en los terrenos”, dijo el edil. Mientras el portavoz de Unidas por Llangréu, Jesús Sánchez, considera que los últimos acontecimientos, incluida la elaboración del informe, “suenan a excusa, a poner pegas para no recuperar las piscinas de Pénjamo”.
Castro apunta a las posibilidades que existen tras el análisis del estudio enviado a la Confederación Hidrográfica: O permite recuperar las instalaciones tal y como están construidas, manteniendo el arroyo El Fresno soterrado, o bien se tiene que sacar a cielo abierto el cauce, que discurre bajo el vaso grande, “y entonces se verá cómo afecta a la parcela y qué proyecto se puede encajar en el resto de la parcela”. Una tercera opción sería buscar un lugar alternativo. Respecto a esta última, el edil indicó: “Si quisiéramos otra ubicación habríamos descartado la inicial y no se ha hecho. La prioridad es recuperar las instalaciones de Pénjamo”.
El gobierno municipal quiere dejar claro que Langreo “necesita otras piscinas al aire libre”. Actualmente solo tiene unas de gestión pública, las de Riaño. Tanto estas como las de Pénjamo fueron clausuradas por el Principado, su propietario, en 2010. Castro reconoce, tras estudiar el informe, que “todo indica que la afección (del arroyo) es grande”.