Los alumnos del colegio público Plácido Beltrán, en el distrito langreano de Ciaño, volvieron ayer a clase con normalidad tras alcanzar las familias un acuerdo con el Principado y el Ayuntamiento de Langreo para reparar los desperfectos del centro. Y es que la situación vivida hace una semana, con las aulas anegadas por el agua, hizo que las familias se negasen a llevar a los niños al colegio hasta alcanzar una situación. Los técnicos de la empresa pública Tragsa, contratada de urgencia por el Principado, estuvieron el pasado martes en el centro educativo para hacer una valoración previa de los trabajos, que se centrarán en la reparación de la cubierta. También acudieron días atrás los servicios operativos del Ayuntamiento de Langreo, quienes repararon una fuga de agua que se había producido en el centro por la rotura de una pieza de un grifo y desatascaron un canalón. Gracias a estas actuaciones previas, ayer se pudo volver, en parte, a la normalidad, aunque todavía queda mucho por hacer, como destacó Rosa María Rodero, del consejo escolar, quien ejerció como portavoz de las familias.
Rodero explicó ayer que “al final decidimos que los niños regresasen a clase tras alcanzar un principio de acuerdo, tanto con el Principado como con el Ayuntamiento”. Tal y como explicó, “la consejería de Educación se hará cargo del tejado, además de la instalación de un portero automático, que era otra de las peticiones que llevábamos haciendo desde hace mucho”. En cuanto al Consistorio langreano, “va a pintar, cambiar suelos y arreglar las goteras del tendejón”. Las familias son conscientes de que las mejoras en el centro no son menores, con lo que se han puesto de plazo hasta el inicio del próximo curso escolar para comprobar si de verdad se cumplen todos estos compromisos. “Sabemos que las obras en el interior no se van a poder llevar a cabo hasta que se termine la reparación en la cubierta, así que vamos a esperar hasta septiembre, pero si entonces no se ha cumplido, volveremos a manifestarnos”, destacó. Tanto el Principado como el Ayuntamiento “se volcaron desde el primer momento con la situación del colegio, atendiendo a las demandas de las familias”. Si bien estas últimas había criticado que, cuando habían solicitado mejoras a las administraciones, éstas no se ponían de acuerdo respecto a las competencias que tenían cada una. Finalmente ha habido acuerdo.