Los niños y niñas que luchan cada día contra el cáncer no están solos. Unas 3.500 personas participaron ayer en las Cuencas en las carreras solidarias organizadas por la asociación “Galbán”. El naranja de cientos y cientos de camisetas irradió brillo a un domingo en el que la pesada carga que soportan muchas familias se repartió entre muchas espaldas comprometidas. “Hoy también corren con nosotros los niños y adolescentes que no están, pero siempre nos acompañarán en nuestros corazones”, apuntó Yolanda Zapico, coordinadora de la carrera de Mieres. Las Cuencas se volcaron ayer contra el cáncer infantil. Mieres, Langreo, Lena, Aller, Morcín, Laviana y San Martín del Rey Aurelio, además de las estaciones de esquí de Pajares y Fuentes de Invierno, formaron parte de la nómina de 52 emplazamientos asturianos donde la asociación “Galbán” organizó su cuarta carrera solidaria contra el cáncer infantil.

En Mieres la cita reunió a más de 800 participantes. Fue la carrera más concurrida de las Cuencas. Enol, Ángel y Candela, del colegio Teodoro Cuesta, y Zaira, del Santiago Apóstol, tuvieron cariñosas palabras para los profesionales sanitarios que cuidan de la salud de los más pequeños, especialmente de aquello que combaten contra los tumores. “Cada día cuidan de un montón de compañeros que están pasando por esta enfermedad, así como de las familias que les acompañan en este duro proceso”.

“Es emocionante poder sentir cerca a estas familias que tan mal lo pasan, al tiempo que logramos que ellas sientan nuestro aliento y apoyo”, explicaba Alberto Suárez mientras se enfundaba su camiseta naranja. A la cita solidaria de Mieres no faltó el Club Patín, entidad muy comprometida a través de su iniciativa solidaria “Doce meses, doce causas”: “Los valores y el compromiso son la esencia del deporte”, apuntaron los componentes del equipo alevín. “Hoy tocaba quitarse los patines y correr, así que aquí estamos”. En realidad, no todo fue correr. La marcha contra el cáncer infantil también incluyó esquís. El naranja resaltó especialmente sobre el manto blanco de las estaciones invernales de Pajares y Fuentes de Invierno.

En el valle del Nalón la respuesta también fue multitudinaria. En San Martín la participación superó ampliamente el medio millar. En Langreo la marea naranja se extendió inundando la conexión entre Sama y La Felguera. “Todo lo que sea utilizar el deporte para causas sociales es muy positivo, sobre todo cuando se involucra a los niños”, apuntó Daniel Marrón, que participó acompañado de su hijo Eric. Todo lo recaudado ayer irá íntegra para la investigación contra esta enfermedad y para mejorar la calidad de vida de los pequeños que tienen que afrontarla en el área de Oncología pediátrica del HUCA. “Ha sido una mañana bien empleada. El año que viene volvemos”, subrayaba María Álvarez tras correr en Mieres.

LNE