Usuarios de la pista finlandesa de Sama critican la demora acumulada en la ejecución de las obras de reparación. El área resultó dañada por el temporal de finales de enero de 2019, hace más de tres años. La actuación fue adjudicada a principios de diciembre del año pasado. “Hace mucho tiempo que no está en condiciones para que se pueda utilizar y necesita que se actúe ya”, indicó uno de los vecinos. Los usuarios de la pista finlandesa han reclamado en varias ocasiones a lo largo de los últimos tres años que se acondicione.
La obra, que tiene un presupuesto de 17.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses. El Ayuntamiento de Langreo no ha concretado cuando comenzarán los trabajos aunque en los últimos días se han realizado trabajos preparatorios en la pista finlandesa, que resultó afectada por el desbordamiento del río Nalón. Los trabajos que abordará el Consistorio se centran en el ensanchamiento de las pistas, hasta un ancho medio de 1,50 metros, para permitir el entrenamiento de, al menos, dos usuarios en paralelo. Actualmente tiene entre 1 y 1,20 metros aunque su ancho original llegaba a los 1,50. El espacio quedará reducido para que no se vea afectado por otro posible desbordamiento del río.
En el proyecto se incluye la limpieza de los terrenos y otras actuaciones para que no se acumule agua en las épocas de lluvias. Tras la riada de enero de 2019, se llegó a barajar un cambio de emplazamiento de la pista finlandesa, trasladándola desde su ubicación actual en Los Llerones a las proximidades del sanatorio Adaro. Esa opción se estudió en el pasado mandato por parte del anterior ejecutivo municipal, que estaba formado entonces por IU y Somos pero también en el actual, con el PSOE en el gobierno local. Sin embargo, al final se decidió que la pista finlandesa se mantuviese en el emplazamiento original. Uno de los motivos esgrimidos es que en el otro terreno alternativo no existe espacio suficiente para una pista con la misma longitud que la actual. En la pista finlandesa de Los Llerones se acometió hace ocho años una mejora. Entonces también se vio afectada por las riadas y por obras que se abordaron en el río Nalón. Tras la inundación de enero de 2019, en la zona se acumularon árboles y maleza que había arrastrado el río Nalón. Los trabajos para limpiar las riberas fueron ejecutados en marzo de ese mismo año por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.
Fuente: La Nueva España