Sorpresa e inquietud se apoderaron de la zona alta del valle del Nalón, en el concejo de Caso, cuando en la madrugada del pasado [fecha], un vehículo todoterreno fue localizado en medio del río Nalón, a su paso por Soto de Caso. El coche, que había sido robado en Tanes, apareció semisumergido en las aguas del río, que en ese momento bajaban con gran fuerza.

El hallazgo, realizado alrededor de las tres de la madrugada, generó inicialmente temores de que el conductor hubiera sufrido un accidente y sido arrastrado por la corriente. Sin embargo, al inspeccionar el vehículo, los servicios de emergencia descubrieron que se había realizado un «puente» en el coche, una técnica común en robos de vehículos, lo que confirmó que se trataba de un acto delictivo.

Operativo de búsqueda y desactivación del dispositivo
El vehículo pertenecía a un vecino de Caso que reside en Gijón, pero en un primer momento no se pudo localizar al propietario. Esto generó dudas sobre si el conductor del coche en el momento del robo podría haber desaparecido en las aguas del Nalón. Vecinos de la zona informaron a las autoridades que habían visto a un conocido delincuente, descrito como «amigo de lo ajeno», en las inmediaciones del lugar donde apareció el coche.

Efectivos de la Guardia Civil, Bomberos de Asturias y una unidad canina se desplazaron al lugar para rastrear las orillas del río en busca de posibles víctimas. Tras horas de búsqueda, tanto el propietario del vehículo como el presunto ladrón fueron localizados en sus domicilios, lo que permitió desactivar el dispositivo de emergencia a media mañana.

Hipótesis del robo y tranquilidad en la zona
Según las primeras investigaciones, el vehículo fue robado en Tanes y posteriormente arrojado al río Nalón cerca de Soto de Caso. El propietario del coche, que se encontraba en Gijón en el momento del suceso, no resultó afectado. La rápida actuación de los servicios de emergencia y la colaboración de los vecinos fueron clave para resolver el caso y devolver la tranquilidad a la zona.

Este incidente ha puesto de manifiesto la importancia de la coordinación entre las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia, así como la colaboración ciudadana, para resolver situaciones de riesgo y garantizar la seguridad en las comunidades rurales.